“El niño no necesita una mamá y un papá, necesita una familia”
De todas formas, el juez de Familia José Moreira expresó reparos a la Ley II, N° 13 que establece que los inscriptos en el registro de adoptantes no están sujetos al orden de prelación de la lista cuando se trate de niños mayores de 4 años o tengan alguna patología.
Es decir, dependiendo de la edad o estado de salud de la criatura, el juez puede saltar el orden del registro; donde previamente se deja constancia de la edad pretendida de la criatura a adoptar, si tiene o no alguna enfermedad y si posee hermanos.
“Es cuestionable una ley que permite que las personas que se inscriben para adoptar puedan elegir que el niño esté sano o no”, opinó Moreira, y contó una experiencia personal: “Cuando trabajaba como abogado particular, una vez llegó una pareja que me dijo que el bebé no sea negrito. Ahí nomás les pedí que se retiren de mi estudio”.
Según datos de UNICEF Argentina, el 91 por ciento de los inscriptos en el registro de adoptantes quieren bebés de hasta un año y apenas el 2 por ciento acepta criaturas de hasta 12.
Además, la mayoría de las personas buscan bebés sin patologías ni hermanos. Pretenden un hijo a la carta, sin historia, dolor ni pesadillas que lo sobresalten por las noches.
Como contrapartida, apenas 26 por ciento de las criaturas que pueden ser adoptadas tienen hasta cinco años, el “botín” más preciado del rubro.
Roles impuestos
El Registro Único de Adoptantes de Misiones (Ruam) tiene alrededor de 200 inscriptos, de los cuales unos 180 buscan niños de hasta un año, cifra inversa a la edad de los menores en condiciones de adoptabilidad.Moreira criticó a quienes buscan cumplir con un rol social impuesto, porque “la sociedad le impone a la gente ciertas cosas, como casarse antes de los 30 y ser padres antes de los 40. Pero ocurre que muchas mujeres no se quieren embarazar. No están impedidas de tener hijos, pero quieren adoptar”.
Por eso, hizo hincapié en diferenciar el interés del adulto de la necesidad del niño. “El niño necesita una familia; y el adulto, muchas veces, busca encajar con un rol social impuesto. Pero no existe el derecho a ser padres y el Estado no es proveedor de hijos”, remarcó.
Y agregó: “El Estado puede ser responsable de garantizar el acceso a la salud reproductiva, pero no está obligado a darle un bebé a cada adulto. Sin embargo, el niño tiene derecho a una familia y por eso dos mujeres o dos hombres pueden adoptar. El niño no necesita una mamá y un papá, necesita una familia. A los niños no les interesan los roles impuestos”.
Por ello, subrayó la premisa que los niños se mantengan con su familia de origen o ampliada, lo que busca preservar sus derechos e identidad y pone límites a negocio de inescrupulosos.
“Pero si no están dadas las condiciones, por ejemplo si el chico fue producto de una violación y la familia no lo quiere, ese niño igual tiene derecho a una familia. Ahí se elegirá una familia que esté inscripta en el registro y no la familia que elija el padre, porque si no lo quiere, por qué elige a quien entregarlo. El derecho del niño no pasa por el derecho del padre a quien entregarlo”, explicó.
(Imagen ilustrativa)
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