Un equipo de médicos obereños logró reimplantar un brazo destruido
Un trabajador de 48 años que se desempeñaba en empresa local sufrió un grave accidente laboral que le produjo la destrucción total del antebrazo izquierdo, miembro que literalmente quedó colgando de un trozo de piel.
Lo que hasta no hace mucho tiempo hubiera significado la amputación, tuvo una inmejorable resolución por parte de un equipo médico integrado por profesionales obereños que hizo posible la reparación total del antebrazo. La doctora María Ángela Kibysz, especialista en ortopedia y traumatología, estuvo al frente del procedimiento quirúrgico que se concretó hace diez días en una clínica privada de Oberá.
Tras realizar la especialización en Buenos Aires, hace dos años la profesional regresó a Oberá con una amplia capacitación en cirugía de miembro superior, hombro, codo, muñeca y mano.
“Mucha gente no sabe y piensa que en la ciudad no hacemos estos procedimientos, que sólo es posibles en Posadas; pero acá, por ejemplo, ya realizamos un reimplante de muñeca en el Hospital Samic. Y en la clínica es el tercer brazo que operamos con resultados óptimos, cosa que antes se amputaba”, subrayó Kibysz.
Joven y apasionada por su trabajo, comentó que la reciente intervención demandó casi cinco horas, lapso donde fue necesario reparar huesos y suturar catorce tendones, nervios y arterias. Al tratarse de una lesión gravísima, el paciente llegó por guardia y se activó el procedimiento quirúrgico con el equipo que encabeza la especialista.
“Se produjo una destrucción total del antebrazo, con desprendimiento de todos los tendones, arterias y nervios. Tuvimos que realizar la reconstrucción completa. Por suerte el paciente evolucionó muy bien y tendrá una mano que cierre y agarre, con sus limitaciones, pero una mano que funcione”, ponderó.
Consultada al respecto, mencionó que las actividades más riesgosas para este tipo de accidentes laborales están relacionadas al uso de sierras circulares, máquinas de panadería y amoladoras.
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