La Municipalidad exige a los comercios, pero los baños de la comuna no cumplen las normas básicas

A contramano de las exigencias que imponen a los comerciantes obereños, los empleados y contribuyentes que concurren al edificio de la Municipalidad disponen de baños que distan mucho de las condiciones sanitarias exigidas por la propia comuna.

En tal sentido, personal de Saneamiento recorre los diferentes locales comerciales de la ciudad controlando el cumplimiento de las normas vigentes. Respecto a los baños, exigen que los inodoros tengan los correspondientes accesorios, como tapa y aro para sentarse; al igual que toallas descartables y papel higiénico.

En cambio, los baños del edificio municipal distan mucho de estar en condiciones y carecen todo lo que se les exige a los contribuyentes. Lo mismo sucede en otras áreas del municipio, con honrosas excepciones.

Vale aclarar que los comerciantes que incumplen las normas están sujetos a multas, pero parece que nadie controla si la comuna cumple o no con los requisitos que exige al resto con afán recaudatorio.

“Hecha la ley, hecha la trampa”, dice el viejo refrán, pero es grave comprobar que las propias autoridades hacen trampa.