Un pastor echó a los vecinos que se refugiaron en su iglesia escapando de la inundación


La tormenta fue intensa, el agua subió rápidamente y anegó las casas ubicadas en varios sectores bajos de Oberá. En San Miguel se vivieron escenas dramáticas, con una veintena de familias afectas, algunas de las cuales buscaron refugio en la iglesia evangélica Camino Nuevo.

“A eso de la una de la madrugada ya estábamos inundados y había casi medio metro de agua en mi casa y de la vecina. No sabíamos qué hacer, porque la creciente seguía subiendo y se iban a arruinar todas las cosas. Entonces rompimos el candado del portón de la iglesia y entramos para refugiarnos y guardar las cosas”, relató Angélica Ramírez, madre de seis chicos. 

Unas diez familias hicieron lo mismo y se autoevacuaron ante la persistencia del mal tiempo. Así, pasaron la noche en el templo.

“Pero apenas clareó, llegó el pastor y nos dijo que nos iba a denunciar, que no podemos entrar así nomás a la iglesia. Le dijimos que no había otro lugar y que le íbamos a pagar el arreglo del portón, pero estaba muy enojado y decidimos sacar nuestras cosas”, explicó angustiada.






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