OTC y TNA: un proyecto entrampado entre apetencias personales, candidaturas y arreglos trasnochados

En la última temporada del TNA, el OTC disputó 40 partidos, de los cuales ganó 14 y perdió 26. Estuvo siempre en el fondo de las posiciones y, por segunda ocasión consecutiva, ni siquiera sorteó el primer cruce de playoffs.

Con pocos recursos, a decir de los dirigentes, se armó un equipo de bajo presupuesto y así le fue al Celeste. Pasó otra campaña sin pena ni gloria. No convocó, no entusiasmó ni generó expectativas. Intrascendente. 

Pero el “bajo presupuesto” implica varios millones de pesos provenientes de las arcas del gobierno provincial, que bien podría destinar esos recursos a cuestiones sociales o de infraestructura, siempre tan necesarias. De todas formas, el estado siguió apostando a OTC y al TNA, proyecto que lleva nueve temporadas sin interrupciones.

Por su parte, los dirigentes se malacostumbraron a vivir exclusivamente del grifo de la provincia y descuidaron o no supieron seducir a los privados, ya que el gobierno pone el 90 por ciento de la plata. Ahora, en un contexto de crisis y acuciados por las deudas, desde la cúpula del club salieron a decir que está en dudas la continuidad del proyecto TNA. 

Ojo, no es la primera vez que pasa esto, ya que tiempo atrás lanzaron el mismo alerta. Algunos consideran que se trata de una estrategia diseñada para forzar más apoyo oficial y, a la vez, a ver si pica alguna empresa con resto. Otros, en tanto, ven como un tiro por elevación al intendente Carlos Fernández, esquivo a colaborar. A Fernández no le gusta el básquet, no le interesa y tiene otras prioridades en su agenda de gobierno.

Tampoco es un dato menor que el mandamás del proyecto TNA es Tony Lindstrom, el empresario radial, ex candidato a intendente y actualmente en campaña para diputado, quien no comulga con el actual alcalde y tampoco pierde oportunidad para criticarlo por radio. Están bajo el mismo paragua político, pero no se quieren. 

Hoy el presidente de OTC, Raúl Albea, reconoció que “al técnico le cortaron la luz por falta de pago”, al tiempo que anticipó: “Así como estamos, nos vamos encaminando derecho a la salida. Hoy lo veo como inexorable. Por eso pienso que lo mejor es blanquear la situación y bajarnos dignamente”.

Agregó que con los números actuales están muy lejos de cubrir las obligaciones, al tiempo que criticó el escaso apoyo de la Municipalidad. “Desde que está en funciones la actual gestión no logramos prácticamente nada”, se quejó.

Resulta difícil de creer que Albea y Lindstrom no hayan acordado previamente la estrategia mediática que hicieron correr hoy, respaldados por voceros amigos, estrategas de asados bien regados que propalan los mensajes digitados. 

Más allá de las especulaciones, lo cierto es que la historia de OTC está por encima de apetencias personales, candidaturas y arreglos trasnochados. Mucha historia tiene el básquet de Oberá para quedar acorralado en egoísmos de campaña.